La empresa de cosméticos Avon, conocida por su icónica venta directa de productos de belleza, se ha declarado en bancarrota en Estados Unidos, según un comunicado emitido el 14 de agosto. Esta decisión busca manejar su carga financiera que asciende a los 225 millones de dólares en pagos para defenderse de las demandas en las que se alega que ciertos productos a base de talco están contaminados con sustancias cancerígenas.
La compañía presentó una solicitud formal ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware, amparándose en el Capítulo 11, un recurso legal que permite a las empresas seguir operando mientras desarrollan un plan para reestructurar sus deudas. Avon aclaró que sus operaciones internacionales, aquellas fuera de Estados Unidos, no están incluidas en este proceso de quiebra.
La compañía ha mantenido su postura negando que los productos cosméticos que contienen talco sean responsables de causar cáncer; sin embargo, el contexto legal que condujo a la decisión es complejo, considerando que hoy en día las demandas en su contra por daños personales ascienden a 386.
El supuesto responsable de estas denuncias es el amianto, o asbesto, un mineral fibroso que, aunque fue ampliamente utilizado en diversas industrias en el pasado, está ahora restringido en muchos países debido a su asociación con enfermedades graves como el cáncer y el mesotelioma.
La participación de Natura
En el 2019, Natura & Co adquirió Avon, consolidando su presencia en el mercado global de cosméticos y creando con ello, el cuarto grupo de belleza más grande del mundo.
En este sentido, Natura se ha comprometido a aportar 43 millones de dólares en calidad de financiamiento de deudor en posesión, lo que proporcionará la liquidez necesaria para que Avon Products cumpla con sus obligaciones durante el proceso de bancarrota. Además, presentará una oferta de 125 millones de dólares para adquirir las operaciones de Avon fuera de Estados Unidos, a través de un proceso de subasta supervisado por un Tribunal.
Natura & Co, la multinacional brasileña de cosméticos, fundada en 1969, se caracteriza por su enfoque en la sostenibilidad, la biodiversidad y el uso de ingredientes naturales en sus productos. La compañía ha logrado una fuerte presencia en varios países e incluye a marcas como Avon, The Body Shop y Aesop.
Por su parte, Avon fue fundada en 1886 en Estados Unidos, por David H. McConnell, que comenzó vendiendo libros, pero pronto se dio cuenta del éxito que tenían los perfumes que ofrecía como obsequio y decidió transformar su negocio, centrándose en el mercado de cosméticos y productos de belleza.
Actualmente la compañía opera en más de 100 países y es conocida por su modelo de negocio de venta directa, a través del cual millones de representantes independientes venden sus productos, permitiéndole a las emprendedoras, generar ingresos de manera flexible.