Este 8 de mayo se celebra el Día Mundial del Cáncer de Ovario, una ocasión crucial para resaltar la importancia de abordar este desafío de salud pública tanto a nivel nacional como internacional. El cáncer de ovario se posiciona como el octavo tipo de cáncer más frecuente a nivel mundial, subrayando la urgencia de que las mujeres accedan a revisiones médicas regulares y estén atentas a los síntomas para recibir atención temprana y eficaz.
Esta enfermedad suele ser silenciosa en sus primeras fases, lo que dificulta su detección temprana, afectando la supervivencia de las pacientes, sin embargo, es importante destacar que el cáncer de ovario puede ser curable en un alto porcentaje de casos cuando se detecta a tiempo. Según el programa de Cáncer de Ovario y Endometrio del Instituto Nacional de Cancerología, este tipo de cáncer detectado en etapa I tiene una tasa de curación del 90% a cinco años; en etapa II, hasta un 70%; mientras que en etapas III y IV, la tasa de recuperación disminuye al 40%.
La Secretaría de Salud ha resaltado una serie de síntomas específicos que requieren atención temprana, como dolor en la zona pélvica o abdominal, hinchazón, necesidad frecuente de orinar, cambios en los hábitos intestinales, sensación persistente de saciedad, falta de apetito y fatiga intensa. Se recomienda que, si una mujer experimenta estos síntomas durante dos semanas o más, busque atención médica para ser evaluada por un profesional de la salud.
Además, hay factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer cáncer de ovario, como la nuliparidad, la menarquia temprana, la menopausia tardía, antecedentes de endometriosis, el sobrepeso u obesidad, la falta de lactancia materna, el tabaquismo, el uso prolongado de terapia hormonal de reemplazo o anticonceptivos orales, y antecedentes familiares de cáncer de ovario, mama, colon o uterino.
Estadísticas y perspectivas
Para este 2024, según los cálculos de la American Cancer Society, se espera que alrededor de 19,680 mujeres reciban un nuevo diagnóstico de cáncer de ovario en los Estados Unidos y se estima que aproximadamente 12,740 de éstas perderán la vida.
El cáncer de ovario figura como una de las principales causas de muerte por cáncer entre las mujeres, destacando la importancia de la concienciación y la prevención en este ámbito. Las estadísticas revelan una probabilidad significativa de morir a causa de este cáncer a lo largo de la vida, con aproximadamente una de cada 130 mujeres enfrentando esta realidad.
La enfermedad suele afectar principalmente a mujeres de edad avanzada, manifestándose típicamente a partir de los 50 años, y es notable que alrededor de la mitad de las pacientes diagnosticadas tienen 63 años o más, siendo más común en mujeres blancas.
A pesar de estos datos alarmantes, el número de casos diagnosticados ha mostrado una tendencia a la baja en las últimas décadas, con una tasa de incidencia que disminuye anualmente. Esto se atribuye a mejoras en los tratamientos y a un mayor número de diagnósticos tempranos. Desde 1975 a la fecha, se estima que la tasa de mortalidad ha disminuido en un 40%, siendo este progreso más notable desde mediados de la primera década del siglo XXI.
En resumen, el Día Mundial del Cáncer de Ovario nos recuerda la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos efectivos para mejorar la calidad de vida de las mujeres afectadas por esta enfermedad.