El auge de la segunda mano: economía circular en moda y decoración

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La moda y la decoración en México están experimentando un cambio de paradigma. Cada vez más consumidores apuestan por la segunda mano, no solo como una alternativa económica, sino como parte de un estilo de vida consciente y alineado con la economía circular. Ropa, muebles y objetos decorativos encuentran nuevas vidas en un mercado que combina valor estético, funcionalidad y sostenibilidad.

Un movimiento que gana adeptos

Lo que antes se asociaba con necesidad o escasez hoy se ha transformado en una elección consciente. Tiendas de ropa vintage, bazares en línea, marketplaces y showrooms de muebles restaurados son cada vez más comunes en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.

El atractivo va más allá del precio: la posibilidad de adquirir piezas únicas, con historia y calidad duradera, impulsa a nuevas generaciones a replantearse el consumo masivo. Según datos de Statista, se estima que el mercado de segunda mano en moda crecerá dos veces más rápido que la venta de ropa nueva a nivel global en los próximos cinco años.

Moda circular: del fast fashion al slow fashion

La industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta, y el auge del fast fashion ha multiplicado los desechos textiles. Ante este panorama, iniciativas mexicanas como GoTrendier, Troquer o Vopero están creando comunidades digitales donde las personas compran y venden prendas en buen estado, prolongando su vida útil y reduciendo el impacto ambiental.

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Este cambio también responde a un deseo de autenticidad: las prendas de segunda mano permiten a los consumidores expresar un estilo propio, lejos de las tendencias rápidas y homogéneas.

Decoración con historia y funcionalidad

En el ámbito de la decoración, la tendencia se refleja en el rescate de muebles y objetos que, en lugar de desecharse, se restauran y adquieren un nuevo valor. Talleres artesanales y proyectos de diseño están apostando por integrar piezas recuperadas a espacios modernos, logrando una mezcla entre tradición y contemporaneidad.

Algunos emprendedores en Querétaro, Guanajuato y CDMX han encontrado en este modelo no solo una forma de negocio rentable, sino también un vehículo para promover la economía local, al emplear a carpinteros, tapiceros y restauradores.

Una nueva mentalidad de consumo

La compra de segunda mano no es una moda pasajera, sino parte de un cambio cultural hacia un consumo más consciente. Las personas ya no buscan únicamente precio, sino propósito: contribuir a la reducción de residuos, apoyar a pequeños negocios y darle un valor agregado a los objetos que forman parte de su vida diaria.

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Andrea Vázquez Azpíroz

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