Larry Rubin, presidente de la American Society of Mexico, encabezó la tercera Convención Binacional “Un nuevo futuro compartido”, evento que se ha consolidado como pilar fundamental en la relación entre México y Estados Unidos. Durante dos días, el encuentro congregó a líderes empresariales y funcionarios gubernamentales con el propósito de discutir y fortalecer los vínculos bilaterales.
Rubin enfatizó que la American Society, desde su fundación hace más de ochenta años, ha mantenido su compromiso de fortalecer la relación entre naciones a través de alianzas estratégicas que integren a la comunidad empresarial, gobiernos y sociedad civil. “Este compromiso no es simplemente una postura pasajera, sino que de una manera continua y activa generamos espacios de diálogo abiertos, equitativos y neutrales”, destacó, resaltando la necesidad de una colaboración estrecha entre ambos países para enfrentar las transiciones económicas, políticas y sociales actuales.
En este sentido, durante su participación como chairman del evento, Francisco Garza, presidente y director general de General Motors México, mencionó que, este encuentro facilita acuerdos y alianzas que pueden estimular el crecimiento económico, la inversión y, por ende, la creación de empleos en ambos lados de la frontera. Además, la inclusión de paneles sobre Inteligencia Artificial e Innovación Tecnológica refuerza la competitividad, promueve el desarrollo de nuevas industrias y fomenta la modernización de las existentes. “La colaboración en este ámbito, asegura que ambos países puedan impulsar una fuerza laboral capacitada y adaptable a las demandas del mercado mundial”, enfatizó.
Lazos “más allá” de lo comercial
El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Montezuma, abordó la profunda interconexión entre nuestro país y la nación vecina, subrayando que ambos países no solo comparten un vínculo económico significativo, sino también una rica mezcla cultural y social. Comentó que, en Estados Unidos residen 38 millones de personas con ascendencia mexicana, y que, México alberga más ciudadanos estadounidenses que cualquier otro país del mundo. Este entrelazamiento cultural se refleja en la popularidad de la comida y la cerveza mexicana en Estados Unidos, así como en el hecho de que el 20% de la población estadounidense habla español y uno de cada diez estadounidenses y mexicanos viaja entre ambos países anualmente.
El embajador subrayó la relevancia de la alianza entre países, ilustrándola con el sector manufacturero en el transporte. Mientras que nuestro vecino del norte contribuye con el 8% de la producción mundial en este rubro, México, junto con Canadá, aporta el 6%, sumando un total del 14 por ciento. Esta colaboración regional fortalece la capacidad de la región para competir con economías como la asiática y la europea, siendo China, por ejemplo, responsable de solo el 10% de la producción global.
Moctezuma hizo énfasis en que, México es una nación grande y poderosa que está empezando a superar sus temores para competir en el ámbito internacional. Aunque el país ocupa el duodécimo lugar en Producto Interno Bruto, es el catorceavo en tamaño, el décimo en población, el cuarto en biodiversidad y el sexto en producción industrial. “Tenemos el potencial de pasar del lugar número 12 a los primeros ocho lugares del mundo”, sin embargo, afirmó que entre los principales retos que aún enfrentamos como sociedad están las desigualdades e injusticias.
El orador hizo un llamado a la acción, destacando que México no solo está en camino de convertirse en una potencia económica mundial, sino que también debe ser un modelo de desarrollo justo y equitativo. La «prosperidad incluyente» es presentada como el objetivo central.
“No hay país más soberano que aquel que resuelve las necesidades sociales. La soberanía pasa por darle al ciudadano y a la comunidad las oportunidades de desarrollo”, sostuvo, y añadió: “Si el pasado nos separa y el presente nos acerca, el futuro debe unirnos. Una unidad que no solo respete nuestra soberanía, sino que la fortalezca”.
En este sentido, Larry Rubin concordó con que, “el crecimiento económico debe venir de la mano del bienestar social” y aseguró que la American Society es promotora de acciones conjuntas que beneficien a toda la población. “Hemos realizado iniciativas que han impactado positivamente en la vida de más de 50 mil personas en México, estas iniciativas reflejan el poder de la colaboración en ambos países”.
Optimización logística
Durante su participación en el segundo día de la convención, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, destacó a nuestro país como “el socio más importante del hemisferio” y afirmó que esta colaboración ha fortalecido las cadenas de suministro entre ambos países.
En este sentido, abordó la importancia de la frontera México-Estados Unidos y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), dos puntos estratégicos para el desarrollo económico y logístico del país. Mientras la frontera norte representa uno de los cruces comerciales más importantes del mundo, el Corredor busca posicionarse como una nueva ruta de intercambio global, conectando el Atlántico y el Pacífico a través de México. Esta combinación de infraestructura fronteriza e interna tiene el potencial de convertir al país en un nodo logístico crucial, impulsando el comercio no solo con Estados Unidos, sino también con mercados asiáticos y europeos.
“¿Por qué este proyecto será tan importante?”, cuestionó Salazar, haciendo referencia al CIIT. “Lo primero, es enlazar más las cadenas de suministro. Lo segundo, es el desarrollo del sureste y también la oportunidad para la gente que vive ahí”, resaltó.
Sobre la frontera México-Estados Unidos, que se extiende por más de 3 mil kilómetros y cuenta con 49 puertos de entrada, por donde transitan diariamente más de 500 mil personas, el embajador dijo que esta intensa actividad subraya la necesidad de fortalecer los mecanismos bilaterales. El objetivo es transformar la frontera en la más moderna y segura del mundo.
Por otra parte, destacó la relevancia de las energías renovables en la lucha contra el cambio climático y refrendó el compromiso de ambos países con la transición energética, un factor clave para el futuro de la región. Mencionó que, este año, se estima la producción de 100 mil autos eléctricos en México, los cuales serán exportados a más de 30 países. Este hecho no solo beneficia a nuestro país, sino que consolida a América del Norte como un líder en el sector.
El embajador también celebró los avances logrados en diversos ámbitos y los esfuerzos conjuntos en materia laboral mediante el T-MEC, cuyo enfoque principal es la integración económica de México, Estados Unidos y Canadá. “Nuestra unión económica es una unión para siempre”, sentenció el también presidente honorario de la American Society.