Por Adriana Armas, Directora Regional, Metro de Dynatrace México
Las empresas están luchando contra el aumento de los costos, los desequilibrios de la cadena de suministro y las desaceleraciones. También han soportado una oleada de cambios en la fuerza laboral provocados por el trabajo remoto, el aumento de los ciberataques y las crecientes tensiones geopolíticas.
Todos estos factores han aumentado la incertidumbre, la inestabilidad y los cambios rápidos dentro de las organizaciones. Las empresas necesitan una mayor resiliencia empresarial para adaptarse a un macroentorno dinámico.
Los datos respaldan lo anterior: los trastornos organizacionales son cada vez más frecuentes y graves; de hecho, el 96% de las organizaciones han experimentado interrupciones comerciales desde 2021, según una encuesta de PwC a más de 1,800 líderes. Y el 76% de las organizaciones dijeron que la interrupción tuvo un impacto de medio a alto en las operaciones.
Ante esta inestabilidad y costosa disrupción, las organizaciones necesitan desarrollar resiliencia empresarial para prepararse para el cambio y seguir siendo ágiles.
Esta resiliencia se produce cuando las organizaciones cuentan con sistemas y procesos para protegerse contra crisis imprevistas y generar agilidad organizacional. En parte, implica un enfoque para construir un entorno tecnológico que permita a una empresa, y su capital humano, adaptarse rápidamente a circunstancias cambiantes.
Con ese fin, la resiliencia empresarial requiere una base tecnológica sólida, segura y flexible para adaptarse al cambio macroeconómico.
Automatización e IA a favor de la productividad
Ciertas tecnologías pueden respaldar estos objetivos, como la observabilidad de la nube, la automatización del flujo de trabajo y la inteligencia artificial. Las empresas que explotan estas tecnologías pueden descubrir riesgos tempranamente, remediar problemas e innovar y operar de manera más eficiente es probable que logren una ventaja competitiva.
Si bien la resiliencia empresarial consiste en proteger contra riesgos imprevistos, también permite a una organización desarrollar una estrategia con visión a futuro que la ayude a prosperar en tiempos de incertidumbre.
Con la automatización y el apoyo en la IA, las organizaciones pueden reducir los errores generados por los flujos de trabajo manuales y aumentar la productividad del equipo. Los procesos manuales son propensos a errores dada la dependencia de la aportación humana; estos procesos también requieren un esfuerzo sustancial que puede consumir importantes recursos de personal y que podrían gastarse mejor en proyectos estratégicos de nivel superior.
La automatización e IA no sólo garantizan la resiliencia empresarial, sino que también ayuda a impulsar la productividad y el pensamiento innovador de los integrantes de los equipos.
Tecnologías como la observabilidad, la IA y la automatización pueden impulsar la resiliencia empresarial al proporcionar información de los sistemas de TI complejos en tiempo real. La adopción de estas capacidades puede eliminar el trabajo manual e identificar ciberamenazas que plantean riesgos para los datos y las aplicaciones.
Juntas, estas tecnologías también respaldan la resiliencia empresarial al permitir la eficiencia operativa, la reducción de costos y la innovación de productos, todos ellos beneficios empresariales críticos tras cambios e interrupciones abruptos.
Para avanzar, las organizaciones necesitan una estrategia que genere resiliencia empresarial. Esta estrategia involucra personas, procesos y tecnología.
En última instancia, las empresas deben recurrir a tecnologías como la observabilidad, la automatización, la seguridad integrada y la IA para ser más eficientes y productivas.