Cada vez más personas buscan experiencias que les permitan reconectar con la naturaleza y alejarse del ritmo frenético de la ciudad. Una de las tendencias que ha ganado fuerza es el turismo astronómico, una forma de viajar que combina descanso, ciencia y contemplación del cielo estrellado. Lo mejor: no es necesario ir muy lejos para disfrutarlo, ya que a menos de tres horas de la Ciudad de México existen destinos ideales para observar las estrellas y aprender de astronomía de manera accesible.
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Desierto de los Leones: un respiro nocturno a minutos de la CDMX
Aunque se encuentra dentro de la propia ciudad, el Parque Nacional Desierto de los Leones es un punto de encuentro para los amantes del cielo nocturno. Su altitud y relativa oscuridad permiten disfrutar de observaciones básicas, perfectas para quienes quieren iniciarse en la astronomía sin alejarse demasiado de la CDMX.

Valle de Bravo: entre montañas y telescopios
A poco más de dos horas de la CDMX, Valle de Bravo ofrece cielos despejados en temporada de invierno. Diversos grupos locales organizan talleres y observaciones guiadas, en los que se puede aprender sobre constelaciones, planetas y mitología celeste. Además, la experiencia se complementa con actividades ecoturísticas en el lago y las montañas circundantes.

Malinalco: historia y cosmos
Este Pueblo Mágico en el Estado de México combina arqueología, cultura y cielos nocturnos. Varios espacios turísticos han incorporado la observación astronómica como parte de sus experiencias, donde se integran charlas sobre cosmovisión prehispánica y astronomía moderna. Una opción para quienes buscan un acercamiento más cultural y espiritual.

Peña de Bernal: la magia del monolito y las estrellas
Ubicada en Querétaro, la Peña de Bernal es uno de los monolitos más grandes del mundo y un excelente mirador nocturno. A solo tres horas de la capital, ofrece condiciones favorables para la observación de lluvias de estrellas y fenómenos astronómicos especiales. La experiencia suele acompañarse de recorridos nocturnos y actividades de senderismo.

Zacatlán de las Manzanas: cielos de la Sierra Norte de Puebla
Entre montañas y bosques, Zacatlán ofrece un entorno natural perfecto para la observación celeste. Varias haciendas y cabañas de la zona han incorporado programas de turismo astronómico, con cúpulas de observación y equipos profesionales. Además, el ambiente serrano convierte la experiencia en un viaje de relajación y descubrimiento.

Más allá del turismo, una experiencia educativa
El turismo astronómico no solo es un plan de fin de semana, sino una forma de promover la ciencia y el cuidado del cielo nocturno. Organizaciones locales y clubes de astronomía aprovechan estas escapadas para fomentar el respeto al medio ambiente y la importancia de reducir la contaminación lumínica.